¿Y si pudiéramos vestir la ciudad?
La idea de CLAW nació como nacen muchas cosas sencillas: desde una pregunta constante, casi susurrada, que fue creciendo hasta convertirse en propósito.
Un día, caminando por las calles de Loja, comencé a mirar mi ciudad con otros ojos. La vi como artista. Como hija de este territorio. Y entonces, surgió la inquietud: ¿qué necesito para llevar puesta mi ciudad? ¿cómo se viste una ciudad?
Esa pregunta fue el punto de partida.
Un lienzo llamado Loja
Desde entonces, empecé a mirar a Loja como un lienzo artístico. Las iglesias, las plazas, las calles de adoquines, las cúpulas, los balcones de madera, la gente, la música, los atardeceres: todo era inspiración.
Como artista visual, empecé a dibujar mentalmente cada rincón que me conmovía, y en ese proceso nació CLAW como marca. No queríamos inventar el agua caliente, como decimos por acá, sino más bien recuperar lo cotidiano y volverlo arte. Darle valor a lo nuestro con una gráfica libre, fresca, artística y accesible.
Como artista visual, empecé a dibujar mentalmente cada rincón que me conmovía, y en ese proceso nació CLAW como marca. No queríamos inventar el agua caliente, como decimos por acá, sino más bien recuperar lo cotidiano y volverlo arte. Darle valor a lo nuestro con una gráfica libre, fresca, artística y accesible.
De los primeros bocetos a la primera camiseta
El proceso fue largo. Hubo muchos intentos, errores, ensayos, cambios de rumbo. Probé diferentes temáticas de ilustración, hice investigaciones sobre gráfica contemporánea y sobre cómo lograr un equilibrio entre lo artístico y lo comercial.
Estudié el mercado local, luego el nacional, y desde ahí empecé a soñar con que nuestras ilustraciones puedan llegar a manos de personas migrantes, lojanas o ecuatorianas en Estados Unidos, Europa o cualquier rincón del mundo. Porque quienes estamos lejos —o quienes tenemos seres queridos lejos— sabemos que a veces, lo que más consuela es tener un pedacito de nuestro lugar con nosotros.
Una ciudad que se lleva en el corazón… y en la ropa
Así nació la colección Patrimonio Visual de Loja, una serie de camisetas y tote bags con ilustraciones de lugares icónicos: la Plaza del Valle, San Francisco, Santo Domingo, San Sebastián, la calle Lourdes, los Eólicos y la Puerta de la Ciudad. Cada dibujo está hecho a mano con pinceladas sueltas, sencillas y honestas, porque no queremos crear algo perfecto, sino algo que emocione.
Las camisetas buscan ser cómodas, bonitas, con identidad. Y los bolsos —nuestros tote bags— nacieron con un propósito muy claro: reemplazar las fundas plásticas y aportar, desde lo pequeño, al cuidado del ambiente. Todo comenzó porque yo, Claw, empecé a usar mis propias creaciones para ir al mercado, al súper, a diario. Fue así, desde la experiencia personal, que nació toda una colección.
Lo que hacemos no es moda, es memoria
CLAW es una marca, sí. Pero también es una propuesta artística. Queremos que cada prenda sea una declaración visual de lo que somos: lojanas, artistas, creativas, comprometidas con la ciudad.
Nos mueve el amor por Loja, por su historia, su estética, su alma. Y sobre todo, nos mueve el deseo de compartirlo con el mundo.
Así empezó todo. Y lo que viene, apenas comienza.
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